Pharrell Williams: «La música es el idioma de las musas» Entrevistas Nunca sonríe, aunque de vez en cuando se enternece cuando se acuerda de su abuela, la que le prestaba las cucharas para que las usara como palos de batería, o de los profesores de música que se entusiasmaban cuando lo escuchaban cantar. Pharrell Williams ha aceptado la entrevista para hablar de “Hidden Figures”, la película protagonizada por Kevin Costner y Olivia Spencer sobre la NASA en la década del ‘60, cuando la agencia espacial estadounidense libraba una batalla cuasi política para ganarle a los rusos la carrera espacial. El tema del film es en realidad las mujeres afroamericanas que la agencia contrató como matemáticas en una etapa en la que todavía las computadoras estaban en sus inicios y que debían lidiar con la inequidad social que era moneda corriente en esos tiempos. Aunque Williams insiste en hablar de la película, en la que ha sido productor y para la que también ha compuesto muchos de los temas de la banda sonora, finalmente se deja llevar y comparte su mirada sobre la música actual, sus inicios y su particular forma de vestirse. Por Gabriel Lerman ¿En qué medida las mujeres han tenido una gran influencia en tu vida? Han tenido una influencia trascendental. Por empezar mi madre, pero también mis dos abuelas, mi esposa y mis ex-novias han tenido un gran impacto en mí. Pero también hubo muchas mujeres que me han influenciado en el plano musical. No he sido perfecto toda mi vida, y por suerte siempre hubo mujeres muy fuertes guiándome y llevándome por el camino correcto. En ese sentido estoy muy feliz de que las cosas estén cambiando porque hubo una época en que nuestra sociedad aceptaba ciertas conductas en torno a las mujeres que hoy condena. Uno podía hacer ciertos comentarios sin que nadie se quejara, y hoy gracias a Dios ya no es así. Mi último álbum se llama precisamente “Girl” porque en ese momento quería que ellas supieran lo que yo pensaba sobre este tema. Fue un álbum arriesgado porque nunca antes había hecho uno como solista, pero tenía que decirles que sabía que eran ellas las que constituyen la mayor parte de mi base de fans. Ellas son las que compran mis discos. Ese álbum es cosa del pasado pero sigo pensando que es delirante que ellas tengan que pasar por las cosas que pasan, y por eso siempre trato que mi música hable sobre la igualdad entre hombres y mujeres. Participar como productor en un film como “Hidden Figures” que habla sobre las penurias por las que pasaron estas mujeres en la década del ‘60 y como lograron la igualdad fue muy importante para mí. ¿Cual fue tu inspiración para componer los temas que hiciste para la película? “Running” fue muy simple. Me bastó la historia de esta chica que tiene que correr todos los días hasta el baño, 30 o 45 minutos ida y vuelta. No podía usar el del resto de los empleados de su departamento porque era solo para blancos y ella es negra. Es algo verdaderamente desagradable lo que le pasó. Y tampoco podía usar una bicicleta, porque era mujer, y en aquellos tiempos si una mujer se ponía pantalones cortos en el trabajo no era respetada. Por eso sólo se usaban polleras y vestidos. Si la gente piensa que los ‘60 eran duros en general, eran particularmente duros para las afroamericanas. Y de todo eso trata precisamente “Running”. “I See a Victory” se refiere a que estas mujeres tenían que ser perpetuamente optimistas para poder sobrevivir. En la NASA se seguían los protocolos de esos tiempos, hasta que en determinado momento alguien se dio cuenta que las cosas tenían que cambiar, porque los que trabajaban allí no eran simples seres humanos sino verdaderos genios. Tenía que haber igualdad entre todos ellos. Ese tema habla precisamente de esta necesidad de mostrarse feliz a pesar de la adversidad. Estas mujeres la pasaron muy mal en 1962 y hay mujeres que aún hoy siguen lidiando con serios problemas en el trabajo. Hay muchas cosas que para los hombres son derechos obtenidos desde la cuna pero no es así para las mujeres. Quería que los hombres escucharan ese mensaje a través de la canción. ¿En qué medida trataste de capturar la esencia de la música de los ‘60 para componer estas canciones? En cada época la música tiene una temperatura diferente, algo que también se nota en otras cosas como en el arte y en la moda. Todo el tiempo están cambiando. Pero en el caso concreto de la banda sonora de la película lo que tuve que capturar fue el alma de la época, porque la música era algo que no se podía detener. Era algo que estaba en todas partes, incluso en las mentes de quienes se oponían al avance de las mujeres afroamericanas. Una vez que escuchás la música, si te gusta, se va a quedar con vos para siempre, y ese era mi objetivo. Quería componer melodías y canciones que la gente se llevara del cine una vez que hubiera terminado de ver la película. Da la sensación de que te inspiraste en Smokey Robinson y Sam Cooke para componer algunos de esos temas… Sí. Traté de pensarme como si yo hubiese sido un artista de aquellos tiempos. Tenía que hacer algo que compitiera con lo que hicieron estos músicos. Traté de inspirarme en todos estos artistas, que vivieron esa época. Simplemente traté de sintonizar lo que ellos sentían, y la lucha constante en la que vivían, porque eso produjo en ellos los sentimientos que se pueden palpar en la música que hicieron y que caracteriza a la época. Si algo te distingue es tu manera de vestir. ¿Por qué lo hacés? Una vez que empezás a hacer música y la gente te reconoce, es como que obtenés un permiso muy extraño para poder ponerte lo que se te ocurra y que nadie te juzgue. Pero yo siempre me vestí de una manera diferente, incluso cuando era chico. Lo que pasa es que en esa época, los demás me miraban y seguramente pensaban que me faltaba un tornillo. Y como siempre andaba con otros chicos que se vestían igual, yo era el extravagante con los amigos raros. Lo bueno de la profesión que tengo ahora es que ya nadie me critica. Me ven y dicen, claro, es que es Pharrell Williams, y ahí se termina todo. ¿Por qué te parece importante la presentación en el negocio de la música? Porque hay algo que se llama vanidad que todos los músicos tenemos y que está presente también en los actores. Pero además, hay una cuota de curiosidad en los fans, que hace que se interesen por todo lo que hacen sus artistas favoritos. Por eso siempre hay una combinación de música y moda que es muy importante en esta industria. Es como el tiempo y el espacio, son elementos que coexisten y que no pueden ser independientes el uno del otro. Las modelos suelen caminar por la pasarela mientras se escucha música y los músicos siempre van a usar ropa diferente cuando tocan sus canciones. ¿Cual es tu definición de música? La música es un regalo. Es la llave hecha de hueso que me permitido abrir todas las puertas, incluyendo la del cine. La música es el idioma de las musas. El término música viene de musas, y cuando obtenés información de ellas es que te llaman músico, por eso es un regalo. Es producto de la inspiración que es algo que las musas no le dan a todo el mundo, por lo que me siento muy afortunado de haber sido un elegido y de poder dedicarme a lo que me dedico. Y por sobre todas las cosas, de estar rodeado todo el tiempo por tanta gente talentosa. ¿De qué manera la música es una constante en tu vida cotidiana? ¿sos de cantar en la ducha? Claro. Una buena dosis de inspiración surge mientras me baño, es allí donde muchas veces aparecen las canciones. Creo que tiene que ver con la anulación de los sentidos. El ruido constante que provoca el agua al caer contra el piso hace que tu mente comience a vagar y esa es la razón por la que mucha gente se pone a cantar en la ducha, porque el agua captura toda tu atención y de pronto tu mente se vuelve libre. Yo siempre tengo una melodía en mi mente, muchas veces se instala en mi cabeza y la única manera de sacarla es sentándome y escribiendo una canción. Esa es la forma en la que suelo componer. Si surge una melodía en mi cabeza y a los cinco minutos me olvidé es que no vale la pena escribirla. Pero si no se me quita durante todo el día tengo que sacarla de allí. En otras ocasiones se da lo que yo llamo mis caídas en la boca de la madriguera de conejos, cuando me da un ataque de creatividad. Me siento de una manera especial en las horas previas y de pronto explota. Todo el tiempo estoy germinando canciones, eso siempre ha sido una constante en mi vida. Cuando participaste en “The Voice” fuiste el mentor de muchos músicos nuevos. ¿Vos tuviste un mentor cuando eras joven? No tuve esa suerte de contar con una super estrella de la música que me guiara, pero si hubo gente que eran como super estrellas para mí, si no más brillantes y que me ayudaron mucho. A las super estrellas se las reconoce de lejos pero esta era gente común que vio algo en mí que yo no podía ver. Sobre todo porque yo soy de Virginia Beach, y allí no estaba Hollywood a 20 minutos de auto, ni tampoco Broadway a media hora de tren. Sin embargo, todos mis profesores de música conspiraron sin conocerse para estimularme a que me fuera de allí a probar suerte en otro sitio. Todos me decían que tenía talento, que debía explorarlo, sin siquiera saber cuál era el camino que tenía que seguir. Tanto insistieron que de verdad creí que algo había en mí y que valía la pena intentarlo. Mirando hacia atrás, ellos fueron las super estrellas en mi vida, los mentores, los que me guiaron. Mis profesores de música. También mi abuela que nunca se quejaba cuando le robaba las cucharas soperas y su batidora manual para armar mi batería falsa con almohadas. Ella fue la que me compró mi primera batería y así fue como conocí a mi primer profesor de música y comenzó este viaje en el que todavía sigo. ¿Te parece que la música que se hace en este momento es mucho menos arriesgada que la de finales de la década del ‘90? Sí, claro. Creo que son corrientes musicales que surgen y uno tiene que adaptarse a eso. La gente es la que elige qué cosas quiere escuchar. Hubo una época en la que todo pasaba por la música disco y luego la audiencia se hartó y vino el post-disco y luego llegaron otras cosas, como el tecno, hasta que también se cansaron de eso. Volvió diez años después como música house y luego desapareció durante otros diez años hasta que volvió como EDM. Las épocas en las que no hay una tendencia muy marcada es cuando los músicos podemos experimentar con otras cosas…