Por: Gabriel Lerman
Cuando era chico cantaba sobre obras de Bach y Mozart. De grande cumplió con su sueño americano y vive de componer canciones propias que tararean millones alrededor del mundo. El líder de Coldplay habló con FDH antes de aterrizar en Buenos Aires para sus show de noviembre y esto dijo.
Aunque ya lleva casi dos décadas al frente de Coldplay, Chris Martin no se olvida de su orígen humilde y lo recuerda cada vez que puede. Si bien ha explorado múltiples oportunidades para componer junto a otros artistas y es el rostro más reconocible de la banda, Chris no parece interesado en buscar nada que lo aleje de lo musical. Casado durante 10 años con Gwyneth Paltrow, con quien tuvo dos hijos, quien tiene todo lo necesario para probar suerte como actor asegura que nunca intentará ese camino y se muestra más que satisfecho con su grupo, con quien continúa una gira por los estadios más grandes del mundo y que llegará a La Plata y Buenos Aires a mediados de noviembre.
¿Cual ha sido tu inspiración para crear la música inconfundible de Coldplay?
Yo nunca sentí que fuera posible para alguien como yo, que vengo de un lugar particular de Gran Bretaña, el convertirme en músico porque nadie en esa región lo es. Es un área rural del sudoeste y nadie de allí triunfó antes como músico. Todos los que lo lograron venían del norte, y por lo general hacían punk rock, algo con lo que nunca me sentí identificado. Pero luego apareció un grupo que se llamaba Radiohead, que son de un lugar bastante cercano, y recién entonces sentí que tal vez yo también podía hacer el intento. En términos puramente musicales, creo que una gran fuente de inspiración han sido los viejos himnos que escuchaba de chico en la iglesia. El otro día me puse a tocar algunas notas y de pronto me di cuenta que lo que estaba improvisando era una canción que yo cantaba en la escuela cuando tendría unos nueve años. Creo que toda esa música, por lo general religiosa y antigua, se combinó en mi cabeza con las cosas que luego escuché en el pop, como por ejemplo A-Ha, pero igualmente está todo muy basado en los acordes antiguos y así fue como logramos definir el sonido de Coldplay. No siento que lo nuestro sea único, porque todo tiene una fuente de inspiración. Poco a poco nos fuimos sintiendo más cómodos con lo que hacíamos, pero nos llevó un tiempo liberarnos y dejarnos llevar por lo que nos dictaba la inspiración.
¿Quienes serían tu influencias musicales de tu niñez?
Yo crecí antes de que existiera el internet, en la década del ‘80, por lo que tenía que conformarme con la radio, y escuchaba a Michael Jackson y Stevie Wonder. Esa era la música pop que más me gustaba, y luego hay que agregar toda la inflluencia de la música que escuchaba en la iglesia. Cuando me mudé a Londres a los 19 años, empecé a ampliar poco a poco mis horizontes.
¿También escuchabas música clásica?
Por supuesto. Yo fui a una escuela que era solo de varones y la única manera de conocer chicas era ir a un coro, en donde cantábamos música de Bach y Mozart. Pero en ese entonces no le prestaba atención, me interesaba más la gente, pero yo creo que inconscientemente todo eso te queda. Tengo una larga experiencia cantando en grandes catedrales.
¿Sigues sintiendo la misma pasión que cuando comenzaste?
Siento que estamos viviendo un momento muy interesante de la historia, en el que sentimos que todo el tiempo estamos al borde del desastre, pero a la vez hay una actitud muy positiva en la gente. Mis hijos saben mucho más sobre los ecosistemas de lo que sabía yo a su edad, por lo que siento que recién he adquirido una mirada adulta ya cerca de los cuarenta años y me he dado cuenta que tenemos que ser responsables del mundo en el que vivimos. Siento que mi música ayuda a la gente. Si necesitan una canción para expresar sus emociones yo intento crearla, porque la música tiene un significado para la gente, aunque soy consciente de que nunca voy a poder satisfacer a todos, pero lo que si tengo en claro es que la música es una fuerza positiva y sanadora en el mundo.
¿Qué es lo que escuchan hoy tus hijos?
Gracias al padre que tienen escuchan todo tipo de música, pero les gusta Kanye y Jay-Z, y además disfrutan mucho de todo lo de Katy Perry, Lady Gaga y Rihanna.
¿Necesitás una disciplina para componer?
Por supuesto. Hay una combinación de disciplina e inspiración, y creo que en el fondo es un 95 por ciento de transpiración. Si sos un pescador, te tenés que parar a la orilla del río durante todo el día, pero los peces se mueven por impulso propio y uno tiene que saber como atraparlos. Lo mismo pasa con la música y las canciones. Me gusta la disciplina de tratar de escribir durante todo el día, pero lo verdaderamente bueno aparece cuando quiere. La mayoría de nuestras canciones más populares surgieron así. Algo apareció y logramos atraparlo. Puede parecer un poco pretencioso pero es así. Por otro lado, uno tiene que estar preparado para que no se te escapen. ¿Quién sabe de donde viene la música? En cualquier caso, se que si me siento a componer durante tres horas es mas probable que consiga algo bueno que si me siento a hacerlo durante tres minutos.
¿Cual es el proceso de escribir una canción para vos?
Muchas veces comienzo con un título o un sentimiento. Y luego me siento en el piano o tomo la guitarra y me comporto como un pescador. Empiezo con alguna nota hasta que siento que una palabra me llama. Mis dedos tratan de encontrar una conexión emocional con lo que estoy pensando. Se que esto suena un poco extraño, pero es así. Muchas veces no consigo nada, pero ocasionalmente aparece un acorde, una frase o una melodía que me impacta y a partir de allí empiezo a construir. Pero tengo que tener una conexión emocional, y luego me dedico a tocar ese fragmento una y otra vez. Muchas veces cuando tengo una melodía inicial, lo demás aparece en los siguientes cinco o diez minutos. El resto es tratar de pulir lo que he obtenido, producir el tema y grabarlo.
¿Alguna vez jugaste con la idea de lanzarte como solista?
No necesariamente. Somos una banda en la que uno de nosotros es mucho mas reconocible que los demás, porque los otros tres son vergonzosamente tímidos. Simplemente no les interesa dar la cara. Puede dar la sensación de que Coldplay soy yo con tres otras personas elegidas al azar, pero eso no podría estar mas lejos de la verdad. Nuestro bajista es muy apuesto, por lo que mucha gente lo reconoce. La primera vez que ganamos un Grammy yo no estaba allí, pero Johnny y Will, nuestro guitarrista y baterista si. La gente les pedía más sandwiches porque pensaban que eran camareros. No lo digo en broma, es que ellos siempre tratan de pasar desapercibido. En cualquier caso nunca seré solista porque formo parte de una hermandad, en la que ninguno es un prodigio o un virtuoso de la música. Lo único que tenemos a nuestro favor es nuestra química, que es verdaderamente única. Hemos sido bendecidos por el hecho de que cuando los cuatro nos sentamos se forma algo mucho mas grande que la suma de todos nosotros. Luego cada uno se va a hacer sus pequeñas cosas, pero nunca es tan satisfactorio como cuando estamos todos juntos. Hay algo muy estimulante en tocar como grupo. Además aún cuando ya llevamos más de veinte años con la banda, nos parece todo verdaderamente increíble, porque no nos olvidamos de cuando tocábamos en sitios verdaderamente pequeños, y ahora nos toca salir de gira por los estadios mas grandes del mundo. Son muy pocas las bandas que lo pueden lograr. Por eso somos grandes admiradores de la gente que lo viene haciendo desde hace más tiempo que nosotros. Algunos de los Stones llevan muchísimos años en la banda, y los cuatro integrantes de U2 tocan juntos desde que eran adolescentes. Es maravilloso verlos en concierto, porque lo que genera esa unidad es muy especial.
Has dicho alguna vez que vivir en Los Ángeles ha sido un milagro para vos. ¿Por qué lo decís?
Porque es un milagro y un sueño. Como te contaba, vengo de un area rural en el Oeste de Inglaterra. La idea de viajar a Estados Unidos me parecía algo imposible, y era un sueño dorado. Hay una parte de mi que cada mañana no puede creer que yo esté aquí. Hay un optimismo muy especial en Los Ángeles, que supongo que tiene que ver con que siempre hay sol y estás rodeado de gente creativa.
“Siempre me pareció que la industria de la música estaba llena de personajes muy extraños, porque siempre han abundado los empresarios, los que se buscan la vida y los ladrones, sin dudas un mundo muy interesante para usar en una historia.”
¿Cual dirías que es la mayor ventaja de la situación actual de la industria musical?
Que gracias a las maravillas de internet, todo está disponible todo el tiempo, por lo que es muy fácil descubrir nuevas bandas, ya que todo el tiempo está surgiendo gente nueva. Pero a la vez, estoy siempre descubriendo cosas que ya tienen su tiempo pero que nunca había escuchado antes. Por ejemplo el otro dia encontré algunos discos de Stevie Wonder que no había escuchado antes y también escucho mucho a Chopin, y a John Williams, y he encontrado cosas que no son necesariamente nuevas para el mundo pero que lo son para mi.
¿Alguna vez se te ocurrió la posibilidad de trabajar como actor?
No. A mi me encanta lo que hago como músico, y no me atrae esa posibilidad. No dudo que tiene sus encantos pero tienen que trabajar muchísimas horas, y además me gusta ser músico. No necesito otra cosa.
Los horarios de los músicos tampoco son muy relajados que digamos…
Es cierto, pero como tengo tanta pasión, y estoy siguiendo a mi vocación no me doy cuenta de como pasa el tiempo cuando estoy tocando. Pero si me toca filmar un video, por ejemplo, me canso mucho mas rápido. Lo cierto es que no tengo ningún interés en probar suerte como actor.
En persona sos una persona muy divertida. ¿Por qué no aplicás ese sentido del humor a tu música?
La verdad es que la música para mi es una verdadera catarsis y el hecho de que me pueda expresar con ella me permite disfrutar de la liviandad de las cosas cuando se presenta la posibilidad. Tengo canciones que son mas alegres que melancólicas. Y yo creo que siempre hay una tensión entre esos dos ingredientes, y alguien puede escucharlas y sentir que son tristes o dependiendo de su estado de ánimo, les pueden parecer edificantes. Muchas veces cuando componemos una canción que es inequivocamente triste o indiscutiblemente alegre, decidimos no usarla porque tiene que tener esa tensión entre estos dos ingredientes para que se mantenga dentro de nuestro estilo. En cualquier caso, es muy difícil hacer una canción que sea absolutamente alegre. Pharrell lo logró, Stevie Wonder y Bill Withers también. Pero nosotros preferimos usar siempre una combinación de muchos ingredientes.