Por: Gabriel Imparato
IKV puso un freno pero Dante, no. El compositor, cantante, guitarrista y productor se desnudó con un nuevo trabajo solista: “Puñal” llega como una propuesta más íntima que sonará por primera vez en vivo en el Lollapalooza.
Explica que su nuevo trabajo solista nació en tiempos de corazones rotos. Que tocó fondo y usó eso para impulsarse hacia arriba. También sostiene que los discos, cuando no son convencionales, se entienden (y valoran) mucho tiempo después.
Dante Spinetta parece no concebir la vida (y la música) sin asumir riesgos. Un poco de todo eso es lo que cuenta en diálogo exclusivo con Fuera de Hora.
El disco ya está en la calle y se acerca el Lollapalooza. ¿Cómo se vive la cuenta regresiva para subirse al escenario con un proyecto nuevo?
Sereno, confiado, entusiasmado, feliz por poder mostrar estas canciones que tienen otro espíritu musical. Ya tengo la idea de la banda que las va a tocar: yo y otras tres personas más en vivo. Estoy armando el grupo y cómo vamos a sonar. Me encanta poner esto en marcha en el Lollapalooza 2018 en una de las fechas y tan separados de Emmanuel (Horvilleur) no vamos a estar porque él va a tocar otro día las canciones de su disco nuevo. En ese lugar, bajo la denominación de este mega festival, ya tocamos dos voces con los IKV y siempre nos fue fantástico. Va a estar muy bueno arrancar la gira de “Puñal” en un lugar así.
Este proyecto lo armaste en un momento especial… podrías haberte sentado en “Intrusos” para contar todo sobre la desilusión sentimental pero, sin embargo, lo convertiste en combustible para este disco solista, no es cierto?
Sí, estaba con el corazón muy roto. Fue la inevitable génesis del álbum que ahora vio la luz. Cuando llegás a un momento donde de repente tocás fondo. Sentí hasta que podía morir. Fue muy loco eso… sentirme frágil, con una sensación rarísima, el estar en un lugar donde nunca había estado. Físicamente no tanto, capaz, pero sí de una forma metafísica, en mi mente, mi alma. Cuando llegás al fondo, no te queda otra que salir para arriba… usando el fondo para impulsarte hacia arriba, ir a buscar oxígeno arriba sino te ahogás, y te vas. La verdad es que ahí abajo perdí el miedo también. Es como que me adapté, cuando estás debajo de todo, te encontrás con todas las cosas que fuiste mandando abajo. Es como que abrís una puerta que la cerrabas o que siempre la evitás. Ahí está todo el bullshit que vas mandando y de golpe aparecí, dándome cuenta que todo eso era parte de mí, que no le tenía que tener miedo a la oscuridad, que no tenía que tener miedo a la circunstancia de sentirme vulnerable… a esa idea de mostrarte que no podés con todo. Esa situación me dio mucho poder. Esa es la verdad. La indefensión me dio poder, exactamente. Ese poder fue la posibilidad de aprender desde otro lado, generó la chance en mí de renacer de una forma más fuerte aún, con ese infierno como parte de algo que puedo manejar más, eso incluso referido a lo musical.
Entonces… ¿fue una catarsis inevitable que deparó este concepto planteado en “Puñal”?
Cuando arranco a trabajar en este disco… empiezo con una intensidad diferente a la que tengo cuando arranco arriba el proceso de un disco de urbano, funk, todo arriba.
Acá me metí solo muy timorato con el ingeniero, quien -casi- me hacía de terapeuta. Por eso también es un disco que hice muy solo, un álbum que lo produje yo -salvo la canción “Laberinto”, que fue con Rafa Arcaute. Después todos los demás están producidos por mí, compuse todas las canciones, puse todas las guitarras, arranqué este proceso poniendo un clic y tocando la guitarra acústica en todos los temas igual, después armé la estructura arriban de todos los temas acústicos. Entonces todo tiene esa impronta real. Obviamente fueron sucediendo muchas cosas. Cuando fuimos con IKV a Europa hubo momentos muy místicos… Emma por su lado, yo por mi lado. Reencuentro con cosas de una fibra íntima, la aparición de Cala en mi vida: ella me trajo un montón de amor, de sabiduría, una piba que es mucho más joven que yo, con un power grosísimo, que venía también de perder a su madre, nos encontramos en un momento los dos, como muy apuñalados por la vida y los dos salimos adelante.
¿Cuánto afectó que todas tus relaciones sentimentales hayan tenido un esparcimiento en la órbita del mundo mediático, potenciando en cada caso aquello bueno y malo del rumbo amoroso que viviste?
Inevitablemente cuando voy a un lugar público con ella me sacan una foto, con mi ex o con mi otra ex… con Cala, lo que sea. La verdad… es parte de este juego y en verdad, algo así no significa mucho.
El juego está dentro de casa, es cuando estás con esa persona dentro de tu hogar. “Inside doors”, eso es lo que juega, lo de afuera obviamente no. Si salgo con una actriz, como Cala, hay una cosa pública, y si ella sale conmigo, también, entonces con los dos es como que se potencia esa situación, con alguna otra chica que he salido, actriz, lo que sea, pero eso no me afecta. Es más, creo que no hablé mucho más de decir “sí, estamos saliendo” o lo otro. Pero no me preocupa mucho eso porque crecí con eso. Siendo hijo de Spinetta tenía muchas veces a los periodistas en la puerta de mi casa, ese juego es súper manejable. Él decía: “No te pongas a hablar en la puerta de tu casa todas esas pelotudeces tipo amarillistas”, después lo demás lo piloteás. Pero mi viejo en eso era más “anti”, pero bueno, le ha tocado muchos más momentos de protagonismo mediático por la cuestión de con quién salía. A mí no me importa mucho eso… creo que es un juego que hasta me divierte también.
Pero el “puñal” a lo que refiere, es un arma de proximidad, está asociado a una traición, a que te claven una puñalada, algo que no esperabas, como una estocada final. A eso me refiero: la puñalada es una estocada final y de alguna manera este disco para mí el concepto de arrancarlo y hacerlo, todo eso, era desgarrador también, por eso se llama “Puñal”. De alguna manera, cierra un capítulo y abre otro. No me estoy refiriendo a una historia amorosa con mi ex. Me estoy refiriendo a muchas cosas de la vida, son los desamores, las rupturas, los divorcios, las pérdidas de mis amigos que se murieron antes de tiempo, la pérdida de mi viejo, la pérdida de esperanza en la calle, la ciudad de Buenos Aires que está en llamas, hay cosas muy bien, pero hay muchas historias terribles. Ayer murieron cinco argentinos que estaban caminando por New York.
Parece como que se hubiese naturalizado la psicosis, no?
Exactamente, nos acostumbramos a que la muerte y el terror sean parte de lo habitual. “Che viste que mataron a cuatro acá a la vuelta?”, “Uuuhhh che, qué cagada!”… “perdón, cuánto está el kilo de tomates?”… estamos naturalizando el horror de una manera terrible y cuando te ponés a pensar un poco en eso es un espanto.
Este disco habla mucho de la ciudad. Hay una parte que la hice generando más esa intimidad de bosque que tienen las canciones orquestales, o de un infierno inimaginado. Por ejemplo, “Eclipse” es un tema que lo estoy imaginando entre el sol y la luna. “Te espero en la oscuridad, en ese lugar entre el sol y la luna, en el medio”. Es un situación espacial lo que propone la canción pero hay otras canciones como “Pesadilla” o “Puñal” que son urbanas, que representan la ciudad de Buenos Aires, de las sustancias, de los pibes, de la situación. Esos temas los compuse en esa situación, dando vueltas por la ciudad.
Cuando uno escucha las canciones de los IKV descubre ciertos elementos que cada uno le aporte a esa dupla que tan bien interactúa en beneficio de un proyecto común. ¿Sentís que en tu proyecto solista acentuaste hasta las últimas consecuencias todo a fin de dejar expuesto tu ADN operativo en música que ambos generan juntos?
Sí, salvo un par de canciones. El resto los comencé desde una guitarra acústica pero sobre lo que decís… en realidad en los Kuryakis los dos mezclamos todo, creo que en los últimos discos mezclamos más que nunca, nos mezclamos intensamente, pero es muy cierto, en este disco potencié más que nunca aquellas características que suelo aportar a la música del grupo cada vez que se plantea un álbum. Por eso siento que es mi mejor trabajo, en el sentido que es el trabajo más real, honesto y contundente que he concretado, donde me he mostrado más vulnerable, ¡me muestro caído también! Algunas veces en el alter ego del rapero eso no se ve mucho. Por eso tuve que desarmarme para poder reconfigurar lo que verdaderamente soy.
Es oportuno esto que decís porque por lo general los raperos se venden en público como “Robocops urbanos” a los que no les entra una bala por ningún lugar.
Algunos sí, algunos no tanto, pero en este caso te diría que dejo de ser un rapero para ser un músico en general. Porque obviamente lo urbano es parte de mí, pero el disco está mayormente cantado y es por una cuestión de necesidad artística sin pensar en el estilo. Ni que es el momento de lo urbano, simplemente por un hecho artístico de transmitir lo que tenemos que transmitir. Si no está el riesgo o el riesgo de uno mismo, meterse con cosas que son jugadas, de transformación, se ponen un poco momia esas situaciones. Cuando en un momento yo dije “che, los Kuryakis vamos ahora a sacar discos solistas”, la mitad de la industria se me vino encima. “¡Cómo vas a sacar un disco solista!”, “¡Ustedes están locos!” eran las dos frases más recurrentes… “¡Ustedes con la guita que levantan así!”… entonces, lo aclaro para todos: no me hablen de la guita como empresa.
“…Estaba con el corazón muy roto. Esa fue la inevitable génesis del álbum que ahora vio la luz. Cuando llegás a un momento donde de repente tocás fondo. Sentí hasta que podía morir. Fue muy loco eso… sentirme frágil, con una sensación rarísima, el estar en un lugar donde nunca había estado. Físicamente no tanto, capaz, pero sí de una forma metafísica, en mi mente, mi alma.”
Sin embargo la mismísima industria cuando publicaron “La Humanidad O Nosotros” les hizo sentir el durísimo poder de fuego de los críticos, que literalmente destrozaron a los IKV sin la menor misericordia o consideración.
Sí… (hace un muy prolongado silencio) no fue tan bueno como esperábamos.
Parecía en verdad, tal como muestra la portada del álbum, que estaban esperando en un lugar arrasado, los siguientes misiles de aquellos críticos especializados que hablaban despedazando al CD en un incesante despegue de misiles contra ustedes.
Pasa algo que IKV y también me pasa como solista: los discos se entienden mucho tiempo después que aparecieron, se entienden después. Cuando sacamos “Versus” en 1997 nos dieron con todo. Después mucha gente ahora cuando lo consultás te dice que es el mejor álbum de los Kuryakis. Bueno, va a pasar siempre que uno toma un riesgo que se adelanta a algo o que genera algo nuevo, es difícil. Yo entiendo que es difícil para la gente. En este disco creo que lo que es difícil para alguna gente es como un artista urbano puede generar una canción como “Eclipse” o “Soltar” puede sonar totalmente bien y tiene una estructura muy bien creada.
En “La Humanidad O Nosotros” cuando elegí el tema “El árbol bajo el agua” estaba mostrando o anticipando algo de todo lo que iba a venir un poco después. Lo supe cuando puse ese tema ahí con mi balada propia. Lo mismo con el caso de “Soltar”, que la retomé para este álbum solo y que significa un montón de cosas, sinceramente. Para mí es una canción súper fuerte y la voz del tema es del demo que en su momento hice para armarla. La mayoría de las canciones del disco las canté dentro de la consola con los parlantes invertidos a todo volumen, si me escuchás a mí solo se mete todo, está todo mal, me chupa un huevo porque lo único que me importaba era ahí la interpretación. Quería la tensión que estaba atravesando en ese momento cuando estaba cantando el tema. No quería estar del otro lado de la pecera con los auriculares puestos escuchando lo que el ingeniero me iba a mandar por ese reducido monitoreo auricular para despegarlo del resto. “Puñal” muestra mucho ese espíritu de “Polaroid” mostrando lo bueno y lo malo de mi vida en ese momento. No busco que sea un disco positivo o que lo vean como algo bueno, me importa un carajo, es el álbum que es.
¿Cómo pensás que puede reaccionar aquel que seguía tu carrera solista más allá de lo que habitualmente llevabas a cabo con Emmanuel en IKV?
Bueno, se va a encontrar con algo más urbano cien por ciento. Hay gente también que está esperando lo que sea el disco. Tengo buenas expectativas puestas en que por muchísimas razones siento que es mi mejor trabajo, que en vivo sé cómo lo voy a defender, que es un comienzo de “Dante” diferente, de Dante Spinetta de otra manera. “Puñal” -para mí- es como una base, incluso el año que viene prometo sacar canciones nuevas inclusive, videos de otros temas nuevos que saque a la luz. Es una plataforma artística donde se ve y donde se siente un momento de mi vida profundo y bien hecho. Creo en la música más allá de los estilos, de lo comercial y de lo que podamos generar, siempre digo y es una de las cosas que aprendí porque las decía mi padre. A mi viejo lo veía tocar en Shams (un local de conciertos muy famoso en la calle Lacroze cerca de Cabildo, ya desaparecido) después de haber hecho Pescado Rabioso, Invisible o Almendra… y lo veía tocando ahí para unas doscientas personas, que teníamos problemas para pagar el colegio -por eso fui a diez colegios- de golpe comíamos omelette todos los días, los colchones al piso. Pero dos años antes veníamos de tener cuatro autos y una casa con pileta, dos años después todos estábamos en un departamento vacío, con los colchones en el piso, yendo a un colegio público. Yo me acostumbré a eso, fui a diez colegios, no me da miedo eso, pero lo que siempre vi era la seguridad en el camino artístico, no traicionarlo, porque si lo hacés, se puede “apagar la llama”. Estoy en una posición muy afortunada y lo mismo al ser ahora en Sony un A&R con la posibilidad de firmar artistas urbanos para que saquen sus temas. Es muy groso eso, es algo que no está realmente explorado bien acá, así de esta manera no y que tengan un apoyo de una major, súper mainstream, que les genere posibilidades de vivir a pibes que realmente tengan talento, por lo menos algunos. No voy a poder firmar a todos, no me alcanza, hay miles de pibes talentosos. Lo “urbano” explotó, estoy ahora en una situación muy favorable, vengo de ganar el Grammy con Emmanuel, no me la creo que no puedo hacer un disco solista y que tengo que hacer un disco con los IKV cada dos o tres años para seguir de gira, no. Tengo un montón de música que quiero sacar y que no puedo meter a otra persona hablando de lo que me pasó a mí.