El día que Eddie Van Halen le puso una pistola en la cabeza a Fred Durst Sin categoría En el día del fallecimiento de Eddie Van Halen, recordamos una de sus más imperdibles anécdotas. Una verdadera muestra de cómo era el rock en ese entonces. El 6 de octubre pasará a ser un día triste para la historia de la música en general, y la del rock en particular debido a la muerte de uno de los guitarristas más impresionantes que pisaron este mundo, Eddie Van Halen. En épocas donde el rock dominaba todos los charts, y sus artistas llevaban una vida al extremo, miles son las anécdotas que se pueden contar sobre estas figuras, sin embargo, en esta ocasión elegimos recordar cuando el músico puso una pistola en la cabeza de Fred Durst. Esta historia salió a la luz cuando se publicó el libro “Eruption in the Canyon: 212 Days and Nights with the Genius of Eddie Van Halen”. Al parecer, luego que Wes Borland abandonara Limp Bizkit, uno de los directivos de la discográfica se le ocurrió la idea que el guitarrista podría trabajar con Fred Durst, ya que ambos ya se habían conocido previamente. A pesar de la incredulidad de Durst, Eddie aceptó la propuesta y de un día para el otro ya estaba en la mansión de su colega, ubicada en Beverly Hills, preparándose para tomar. Sin embargo, rápidamente los miembros de la banda empezaron a consumir mariguana, algo que el guitarrista odiaba. Por lo que terminó yéndose a gran velocidad, dejando ahí sus guitarras y amplificadores. Según contó Andrew Bennett, autor del libro, Eddie Van Halen le describió esa experiencia como “Un estudiante tocando en una fiesta para niños de una guardería”. Al otro día, el guitarrista llamó a Durst para recuperar sus instrumentos que había dejado en la mansión de su colega. Pero, para sorpresa del músico, nunca recibió respuesta alguna. Por eso, luego de esperar 24 horas decidió ir a encararlo. Claro que al parecer, según contó el autor, para ese entonces Eddie había comprado en una subasta “vehículo de asalto militar que llevaba un arma en la parte posterior que no era legal”. “Eddie se subió en el coche, cruzó Los Ángeles y llegó a Beverly Hills. Estacionó delante de la casa donde Limp Bizkit estaban ensayando. Salió sin camiseta y con una bandana samurái en la cabeza y los jeans agarrados con una cuerda así como botas militares cerradas con cinta adhesiva. En la mano llevaba una pistola”, contó Bennett. “El estúpido abrió la puerta. Le puse la pistola en el estúpido sombrero rojo que lleva y le dije ‘¿Dónde está lo mío maldito?”, relató Eddie Van Halen al autor del libro. Fue ahí que Durst empezó a gritarle a sus empleados para que llevaran todo al auto del guitarrista, y que este no dejó de apuntarle hasta que terminaron el traslado de sus pertenencias. Para saber toda la información sobre música, cine, series y cultura entrá ACÁ.
