La actriz logró ganar el amor de millones por su papel en Game of Thrones, sin embargo su también tuvo una larga trayectoria en el teatro.
La noticia sacudió el mundo del espectáculo, a los 82 años y producto de una dura enfermedad falleció Diana Rigg, la actriz que se hizo popular gracias a sus papeles en las series televisivas Game of Thrones y Los Vengadores.
A pesar de su amplia masividad por su papel como Olenna Tyrell en la popular serie Game of Thrones, la artista tenía en su espalda una gran experiencia en teatro y en la televisión inglesa.
Su imagen era tan grande en el mundo del espectáculo que hasta la mismísima Mia Farrow se tomó el tiempo para despedirse de ella. “Era magnífica. Gratitud a la gran Diana Rigg por tantas actuaciones temerarias y fascinantes. Pero queríamos más”, exclamó la actriz.
En Game of Thrones interpretaba a la matriarca de la casa Tyrell, una astuta mujer que no tenía ningún reparo a la hora de garantizar que el legado de su familia se mantuviera intacto. Sin lugar a dudas en cada escena que se hacía presente todas las miradas se centraban en ella, y nadie podrá olvidar la gran interpretación que hizo hasta el último segundo del personaje.
Sin embargo, Diana ya había alcanzado la masividad mundial antes por su papel en Los Vengadores, la serie, en la que estuvo entre 1965 y 1968, que poco tiene que ver con los conocidos superhéroes del elenco de Marvel.
Allí, hacía las veces de Emma Peel, una de las más populares compañeras del protagonista de la saga Mr. Steed. y donde hasta se animó a realizar arriesgadas tomas de karate. Esta serie fue el primer programa inglés que se transmitió en Estados Unidos, un hito en la historia audiovisual mundial.
Sin embargo, entre todas sus joyas pop, Diana Rigg tiene otra presea para colgarse, ya que fue la única que logró hacerle sentar cabeza a James Bond, ya que interpretó a la Condesa Teresa de Vincenzo su esposa en la cinta On Her Majesty’s Secret Service (007 al servicio de su Majestad).
Su último trabajo de actuación se vio en Game of Thrones ya que en los últimos años, la actriz había decidido actuar solo cuando tuviera ganas, algo más que entendible teniendo en cuenta su edad y su condición, pero también lamentable por todo el talento que no pudo ser desplegado sobre un escenario o frente a una cámara.
Sin lugar a dudas, Emma quedará en el recuerdo como la gran artista que fue, capaz de cruzar los mundos de la comic con y los teatros shakesperianos sin perder el respeto, ni la admiración de todos sus fanáticos que, no importa donde fuera, festejaban sin dudar cada una de las actuaciones de la actriz.
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