Por: Diego Gez
El latido de una secuencia de teclados es el comienzo de un disco que promete. La instancia vinculada al placer que otorga el baile siempre es una constante en el mundo de la música, eso queda claro, pero acá no es lo único para tomar en cuenta. Es el conjunto de los factores -lo que se percibe como influencias junto a lo que sale por los parlantes- lo que se vuelve patente en Homemade Homeless, el debut del tanden Barales&Molina. Ahí, los teclados y los bajos (de los muy gordos en “No preset loaded”, pero también sutiles en varios pasajes del disco) hablan de intenciones logradas donde la electrónica manda. Por eso mover los pies junto a la compañía de beats atractivos y bailables se vuelve un imperativo que nunca se acercan a lo grosero del 4×4 en repetición continua. En ese contexto, donde los paisajes miran al techno pop de linaje sci-fi de finales de los ochentas, siempre entran en combustión las voces del R&B (escuchen “Share” y su cuerpo midtempo para testearlo) para disfrutar de un juego de cadencias que borra temporalidades. ¡Búsquenlo!