Por: Diego Gez
Lo nuevo de Imagine Dragons representa la vuelta de la banda desde una perspectiva temporal pero distanciándose en términos de novedad. Después de haber lanzado un primer álbum que los catapultó a las consideraciones populares (Night Visions, en 2012) y luego un segundo (Smoke+Mirrrors, poco tiempo después) que no resultó comercialmente tan exitoso, la banda de Dan Reynolds regresaa con una versión directa, pop y poco imaginativa. Hablamos de hits con esqueletos logrados pero similares a tantos otros. Ahí están “Thunder” (lo mejorcito en ese plano de obviedades), el hip hop con “Whatever it takes “ y una tercera entrega con “Believer”. No es casualidad que esos sean los temas que el sticker adosado en plena tapa resalte con “inevitables”, porque en esa tríada encontramos lo más radiable de la actual entrega de Imagine Dragons. Y no está mal, sólo que la banda se parece a muchas otras que escuchamos en el pasado aunque vivamos en 2017.