En el último tiempo filmó con Will Smith, participó en una miniserie y una película junto aCecilia Roth, se convirtió en la revelación del largometraje “Voley” dirigida por Martín Piroyanskyy protagoniza “Estrellas” en El Trece. Justina Bustos, una de las mejores apariciones del últimotiempo, nos introduce en la cocina de la construcción de los personajes.
JB: Fue algo que disfruté mucho, desde que llegaba al set hasta que me iba, el personaje es rico en contenidos, tiene muchas características diferentes, es una mujer frágil pero al mismo tiempo tiene una opinión fuerte. Es muy dependiente de su pareja, inteligente, lleva una carga de tensión encima todo el tiempo con las cosas que le suceden, es una persona súper nerviosa y recurre al litio para controlar esa situación. Fuma mucho, es muy intelectual, tiene un mundo interno y en él conviven muchas cosas, ella es muy femenina. E involucrarme en el universo de Silvina Ocampo me encantó, me parece muy femenino, muy romántico, muy niño, participar en una película con esta super producción inspirada en ella me pareció realmente fascinante, había muchos elementos que me cautivaban, el vestuario, el pelo y cómo debía lucirlo en esa situación, los lugares de rodaje, el arte de la película, estaba todo muy bien tratado.
Fdh: Supongo que no tendrás puntos en común con el personaje….(Risas)
JB: Dije todas cosas feas, digamos que los puntos en común están, le gusta mucho la música, eso es algo que me ocurre en mi vida real, me gusta muchísimo la música, este personaje canaliza bastante su situación tocando el piano.
Fdh: Hiciste hace unos años una película con Will Smith (“Focus”) ¿Cómo fue trabajar con una estética y formato en un film extranjero? ¿Sentiste diferencias con una producción nacional?
JB: Entiendo a lo que apuntas, pero te diría que con la producción del film de Will, existía el mismo ritmo, lo que sí ellos tienen unas cámaras más “monstruosas” para filmar, pero no cambia mucho la mecánica de trabajo y cómo encaran la producción. El profesionalismo no tiene diferencias entre lo que percibimos acá y lo que ellos hacen allá, hay un nivel de excelencia en ambos. Hay que trabajar y ellos actúan según corresponde, no hay o por lo menos no se notan grandes diferencias. Me encanta el mundo del cine, me seducen sus ritmos, hay mucha dedicación, se piensa y se está en los detalles que implica un rodaje, desde el pelo que vas a lucir, la locación en donde ocurren las cosas y yo tengo más ese ritmo, soy de vivir la vida más de esa forma. Entonces, conecto distinto con ese tiempo del cine, que por ejemplo, con el de la tira televisiva, te lleva a diferentes formas de encarar un relato y naturalmente los tiempos del cine se prestan para macerar situaciones y composiciones.
Fdh: ¿Sentís que lo que venís haciendo últimamente en el mundo televisivo fue un training para todas las propuestas que recibiste en cine durante los últimos años?
Fdh: ¿Cómo vivís paralelamente el boom en tv que provocó la llegada de “Las Estrellas” en medio de un prime-time bastante golpeado?
JB: Es súper lindo, hay muy buena respuesta, en la calle lo veo mucho, hay mucho cariño y en diferentes edades, me gusta conectar con gente grande que lo ve y chiquitos que se ponen súper contentos y gritan cuando me ven, está bueno. Adrián (Suar) está muy contento con lo que viene sucediendo y de vez en cuando pasa a felicitarnos, se da algo muy positivo y eso te potencia en el día a día cuando vas a grabar.
Fdh: En la tira “Estrellas” interpretás a Miranda, que antes de su trabajo en la empresa con sus hermanas, se desempeñaba como escort en algunos hoteles de lujo. Una temática que no suele tratarse mucho en televisión.
JB: Tal cual, era darle vida a una escort, después el personaje deja de hacerlo, me pareció un gran desafío y con el tiempo lo fuimos cambiando, el personaje fue mutando en sus conductas, porque es un programa de tv para toda la familia, corría la chance de que el tema se tocara muy superficialmente, pero también se contempló sacarlo, o taparlo, lo puntual es que no arrancaba con un papel fácil, pero también arrancamos con todo, y después lo fuimos bajando.