Por: Meli Navas
No sé si este año lo logré. No sé si fui una “niña” buena. Hubo momentos en los que quise mandar todo a la mierda y en cambio, respiré. Y ni hablar de marzo que fue como un tema de Nirvana o junio que fue como uno de Radiohead. Sentí dolor, soledad e impotencia. Era un subibaja de emociones y por momentos mi universo era pura oscuridad. Pero intenté brillar con todo mi ser. Escribí, medité, canté, bailé y lloré. Lo transformé.
Todavía tengo un montón de cosas por mejorar. Todavía me estreso con facilidad y tampoco encuentro la manera de cumplir con todos los casilleros que la sociedad exige. Para algunos sigo siendo inmadura, porque no me preocupo por tener una casa propia. O porque compro animalitos de juguete para pegar en tapas de frascos sabiendo que probablemente no llegue a fin de mes. Pero para mi nada de eso importa.
Noel… sí, hoy me tomo el atrevimiento de tutearte porque me siento grande… ¿sabés qué es lo que más importa? Que este año lo intenté. Fui “the Meliest Meli”.
No tengo idea de cuántas células conforman a un ser humano y tampoco quiero googlearlo, pero te aseguro que son un montón y que todas estaban tratando de hacer lo mejor posible. No sé si eso es tu definición de ser “niña” buena, pero para mi que va por acá. Porque este camino se siente como el correcto.
El tiempo me está enseñando a valorar las pequeñas cosas. Y por eso, en serio que no jodo cuando digo que soy millonaria de un montón de cosas que no me pueden robar. Por suerte todavía nadie inventó los motochorros de recuerdos y probablemente el día que los inventen yo voy a llorar o a correr por mi vida. O por ahí llore corriendo por mi vida, creo que es más realista pensarme así.
Pero bueno, dejando los potenciales problemas de inseguridad mental de lado, hoy te pido lo que detallo abajo. Sé que es mucho. Pero por favor, dame aunque sea un par, porque cuando estas cosas pasan, me pellizcan el corazón y ahí me acuerdo de que estoy VIVA.
1. Abrazos. En el 2017 quiero abrazar más. Abrazar en la esquina, en la puerta de casa, abrazar un árbol, abrazar al cadete que me acaba de traer una pizza. Quiero aumentar mi cantidad de horas-abrazo vividas.
2. Chistes tontos de un chico que me guste. En el 2017 quiero sobrereírme de los chistes de un chico. Por lo menos tirar una carcajada 2 tonos más alta que lo que la inteligencia de su chiste merecía. No para mentirle, sino para hacerlo sentir genial. Porque me parece que reírte de los chistes de un chico es como regalarle flores a una mina. Igual Noel, tomémoslo con pinzas todos sabemos que yo no entiendo nada de amor.
3. Un player 2 para nuevos sábados de brunch. Me molesta que sobre y vas a tener que pensar bien a quién me traés porque ya sabés que yo como raro. En el menú hay discos de arroz, creo que eso puede ser un buen filtro.
4. Alguien a quien contarle las cosas insignificantes que me pasaron en el día como: “se me coló un tipo en la cola del súper”. Escuché que se lo trajiste a Gime y me conmovió. Si ese modelo no está en stock, no te hagas drama, también puede ser alguien que me haga sentir como el tema de Alanis Morissette: Head Over Feet. Por favor evitá lostemas de despecho, es decir toda su discografía.
5. Un ambiente más de cerebro. Te pido que me ayudes a cruzarme con gente que me inspire a seguir abriendo mi mente y te ruego que no me dejes perderme ni una clase de mi gimnasia mental, mi mente culo reef tiene que seguir intacta y sin pensamientos adiposos.
6. Un pack de mini momentos cotidianos y humanos. Además de los abrazos, quiero ayudar a más viejos a cruzar la calle porque me hace sentir bien. ¡De hecho, ayer crucé a una señora de 92 años y me sentí Gandhi! ¡Pero no vale tomarlo como adelanto! También quiero que mi trending topic sea la palabra GRACIAS y tomar muchos mates con la gente que más me importa.
7. Momentos difíciles. Quizás me merezco hacer un poco la plancha emocional, pero también entiendo que si floto, me estanco. Quiero crecer más, pero cuidado porque vengo aprendiendo mucho, no vaya a ser que te tenga de hijo. Noel, I am your father. ¿Te imaginás que se ponga de moda y de repente todos te llamen Hijo Noel y a mí Papá Melisa? ¡Me muero!
También te sumo un pan dulce sin frutas para mi amiga Lau.
¡Meli Christmas!
Nos vemos en el árbol.
Meli